Llega el verano y con el las ganas de disfrutar de terrazas, amigos y un color de piel que nos haga estar radiantes, aunque en ciertas ocasiones, nos radiamos más de la cuenta y esto puede ser peligroso, además de que el color gamba 🦐 no es una opción para combinar con la ropa de verano, y en más de una ocasión nos hace pasar noches dolorosas 😣… desde Farmacia 200 Viviendas queremos enseñaros a disfrutar del sol de hoy, sin olvidar las consecuencias del mañana 😎
El sol 🌞 es el principal responsable del envejecimiento prematuro de la piel, es por tanto de vital importancia, los 365 días del año, llueva truene o relampaguee, el uso de un protector solar correcto según su tipo de piel.
La primera consecuencia de una exposición repetida a los rayos del sol, sin protección, es la aceleración de los signos de envejecimiento, y también patologías como alergias, dermatitis, fotodermatosis y fotosensibilización de la piel a la vez que daña el DNA celular.
Los rayos UVA y UVB tienen una consecuencia directa sobre la piel.
Un buen filtro solar debe proteger de los rayos UVB (responsables de los daños inmediatos sobre la piel, que podemos ver inmediatamente,como las quemaduras 🥵 o el conocido efecto gamba 🦐 ), y de los rayos UVA (daños que se producen en en el ADN 🧬 de la piel, las células, los vasos y los tejidos, es decir daños que podremos ver en un futuro, sin poder solucionar, los conocidos cánceres de piel fotoinducidos.
Para protegernos de estas y otras radiaciones, tenemos 3 tipos de solares, que en función de su forma de actuar tienes unas u otras texturas y por tanto nos aportan diferentes sensaciones a la piel.
Los más recomendables, para bebés 👶🏻, pieles atópicas o altamente sensibles, son los filtros físicos (SunBlock) literalmente son bloqueantes, como si nos pusiéramos una camiseta para tomar el sol, de manera que rebotan las radiaciones y no permiten que nuestras células se vean dañadas o alteradas por las distintas raciones. Tenemos también filtros químicos, que son aquellos que una vez aplicados en nuestra piel, se encargan de absorber las radiaciones y neutralizarlas, como si se tratase de un pararrayos. Por último y no menos importante, tenemos los conocidos Filtros Biológicos, que no son filtros solares como tal, sino antioxidantes que evitan la formación de radicales libres y ayudan al sistema inmunológico de la piel. Las vitaminas A, C y E son las más utilizadas por ser altamente antioxidantes y proteger frente al fotoenvejecimiento y al cancer de piel provocando por el sol. La ultima novedad en Fotoproteccion son las moléculas ADN-Protect a través de las que se reparan los daños provocados en el ADN 🧬 por los radicaciones.
Lo ideal es encontrar un fotoprotector que sea estable al calor, ya que aunque debemos de aplicarlo generosamente media hora antes de la exposición al sol, antes de salir de casa, si lo llevamos en el bolso de la playa, estará sometido a altas temperaturas, de aplicación sencilla y cómoda para evitar el dejar de usarlo, porque es muy importante la reaplicación frecuente, cada 2- 4 horas , en función del SPF, y en cantidad suficiente para que cumpla su función, muy importante renovarlo a su caducidad, ya que con el paso del tiempo, y sometidos a altas temperaturas, sus componentes se van degradando de modo que la protección no será del todo completa, e incluso puede generar alergia en la piel.
No debemos sustituir NUNCA, un fotoprotector por otros productos no destinados a este fin, como es el caso de La cremas hidratantes o anti envejecimiento, con SPF15, estos factores de protección añadidos en nuestros tratamientos de belleza o hidratación ayudan a fotoprotegernos, pero no es su verdadera función.
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